El líder de la oposición, Raila Odinga, sigue impugnando los resultados de las elecciones presidenciales de agosto de 2022, en las que William Ruto fue proclamado presidente tras obtener el 50,49% de los votos. El resultado de los comicios fue rechazado inicialmente por la coalición Azimio la Umoja de Odinga, así como por cuatro de los siete miembros de la Comisión Electoral Independiente y de Límites (IEBC). Se ha denunciado fraude electoral e intento de hackeo en los servidores de la IEBC.
Durante un mitin de la oposición en la capital, Nairobi, el 23 de enero, Odinga pidió la dimisión del actual gobierno dirigido por Ruto, así como una auditoría independiente de los resultados electorales. Odinga, citando un documento facilitado por el denunciante del IEBC, culpó al presidente de dicho organismo de encubrir las irregularidades electorales. Ruto se ha negado a aceptar las demandas y ha rechazado todas las acusaciones. El Tribunal Supremo confirmó anteriormente la victoria de Ruto tras una petición de la oposición, basándose en que no se habían descubierto pruebas de fraude. Es probable que se produzcan protestas en zonas donde el opositor cuenta con mayor apoyo, Kondele (condado de Kisumu), y en los barrios de Kawangware, Kibera y Mathare, en Nairobi. Odinga ha impugnado los resultados electorales en tres ocasiones anteriores, provocando agitación política y social. Los precedentes sugieren que también existe el riesgo de que se produzcan disturbios localizados, como protestas descontroladas y enfrentamientos entre partidarios rivales. Las zonas rurales, así como las de bajos ingresos y alta densidad de población serán los principales focos de tensión. Cabe destacar que los altos índices de apatía política y una mayor presencia de las fuerzas de seguridad desalentarán la asistencia generalizada, lo cual podría contener los riesgos de disturbios violentos prolongados.
Siga de cerca los acontecimientos, incluidas las convocatorias de manifestación por parte de Odinga. Recomiende a sus empleados en la zona, especialmente los extranjeros, que eviten las proximidades de cualquier tipo de protestas.